A partir de la implementación de Apple con el iPhone original en el 2007 con baterías no extraíbles, este diseño se convirtió en tendencia, el cual se extendió por toda la industria de teléfonos móviles inteligentes, volviéndose un diseño estándar para casi todos los equipos hasta hoy en día.

Pero ante una nueva propuesta de política en la Unión Europea (UE), esto podría modificarse teniendo en cuenta que se desea poner en marcha una ley que exigiría a los fabricantes facilitar el intercambio de baterías, lo que podría significar nuevamente baterías extraíbles en los teléfonos inteligentes.

Además de exigir baterías reemplazables, la ley obligaría a los fabricantes de dispositivos electrónicos a aceptar baterías para su reciclaje. Para el año 2030, la Comisión Europea debe evaluar la viabilidad de terminar por completo con las ventas de baterías no recargables.

Las normas revisadas sobre baterías tienen como objetivo reducir los desechos y la contaminación. Tres años y medio después de su aprobación, la ley exigiría que las empresas que fabrican dispositivos portátiles que funcionan con baterías se aseguren de que sus productos tengan baterías que los consumidores puedan reemplazar fácilmente.

No está claro qué tan fácil tendría que ser un reemplazo para cumplir con la ley, pero los teléfonos inteligentes de hoy, sin duda, se quedan cortos. La mayoría de los dispositivos de Apple, Samsung, Google y otros, requieren separar los paneles de vidrio, derretir el adhesivo y extraer las baterías para reemplazar la celda.

Estas reglas solo se aplicarían en la UE, pero es poco probable que las empresas construyan piezas de hardware separadas para Europa. Entonces, al igual que con el mandato USB-C, esta disposición podría extenderse para otros continentes, por ejemplo el nuestro.