Una de las últimas apuestas de Netflix, que se volvió viral por la historia que presenta, es el estreno del documental denominado “El estafador de Tinder o Tinder Swindler”, en el cual se expone la historia en primera persona de tres mujeres que quedaron en la banca rota tras conocer a Simon Leviev o Shimon Hayut, su nombre original, a través de un match o coincidencia, en la aplicación de citas, Tinder.
Si bien no solo ellas fueron estafadas, sino varias mujeres, el documental presenta el relato de Cecilie Fjellhoy, Pernilla Sjoholm y Ayleen Charlotte, víctimas de Simon, quien con su astucia, historia familiar de niño rico y movimientos fríamente calculados, logró seducirlas ostentando una grandiosa vida, rodeados de lujos, para posteriormente estafarlas con grandes sumas de dinero, dejándolas prácticamente en la banca rota.
La historia se desarrolla en el viejo continente y presenta un contexto en el cual cada una de ellas fue estafada auxiliando a Simon con importantes sumas de dinero. El fin de Simon era sostener su vida de “empresario y hombre de negocios”, de viajes constantes, con el dinero que ellas les proporcionaban en buena fe, tras el engaño y los inventados difíciles momentos en el cual él se encontraba atravesando. De esta manera se va narrando la historia, que pasa de excelentes y ostentosos momentos a situaciones “sumamente complicadas” que Simon los resolvía estafando a las mujeres.
Es innegable que hoy contamos con nuevas formas de comunicación y de relacionamiento en el mundo que nos rodea, es por ese motivo que Tinder aparece en este contexto como una herramienta que tiene el fin de encontrar a la persona ideal, al amor, conocer gente nueva o meramente tener algo casual, es una aplicación que se puede descargar al Smartphone y que se encuentra a disposición de todas aquellas personas que deseen utilizarla.
Estas mujeres en su total libertad decidieron descargar la APP a su teléfono celular, sin jamás imaginarse que detrás de un match, se encontrarían con una persona sumamente habilidosa y mentirosa, y que se convertiría en una relación que marcaría el inicio de un calvario para ellas.
Es sorprendente como la tecnología nos ha facilitado la vida y permitido ser más prácticos a la hora de desenvolvernos, pero así también se ha convertido en un factor de cuidado al momento de utilizarlas. Al manejar estas aplicaciones de citas, no sabemos con qué, ni con quien nos encontramos al otro lado al momento de socializar, somos nuestra única garantía, tampoco somos culpables de las malas intenciones que tienen los demás y de las buenas acciones que uno tiene al momento de querer ayudar a otra persona.
Es aquí donde estos tipos de documentales nos abren la cabeza reflejando una realidad, emitiéndonos un mensaje que debemos descifrarlo para estar atentos y en alerta ante la aparición de algún Simon Leviev en nuestras vidas. Es importante considerar que hoy todo es posible, la sociedad está rodeada de grandes especialistas hábiles en mentiras, manipuladores, con trastornos de personalidad y el gran estafador del Tinder, lo pudo confirmar.
