El avance de la tecnología ha consentido prácticamente a que todos los usuarios de internet “autoricemos” tácitamente a que nuestros datos sean cifrados, almacenados y recopilados en un banco de datos. Los mismos se encuentran encriptados en el ciberespacio y se dan a través de diferentes procesos o acciones que realizamos como el de las transacciones bancarias, compras en líneas, acceso a las redes sociales, entre otros procedimientos.
Es importante mencionar que nuestros datos quedan expuestos ante cualquier sujeto mal intencionado, que puede disponer de potentes computadoras cuánticas para descifrarlos y acceder a ellos sin inconvenientes. A esta invasión hacia los datos personales, se lo denomina “apocalipsis cuántico”.
Las computadoras cuánticas funcionan de manera completamente diferente a las computadoras que conocemos, pueden eventualmente volverse mucho más rápidas que las máquinas actuales, significando que ante un problema complejo y lento, como tratar de descifrar datos, una computadora normal tardaría años en descifrarlos, si es que alguna vez lo logra, pero una futura computadora cuántica, en teoría, podría hacer esto en solo segundos.
Según una publicación en la BBC, varios países, incluidos EE.UU., China, Rusia y Reino Unido, están trabajando arduamente e invirtiendo enormes sumas de dinero para desarrollar estas computadoras cuánticas super rápidas con miras a obtener una ventaja estratégica en la ciberesfera.
Mencionan además que el “apocalipsis cuántico” sería un hecho en caso de que no se tomen las debidas precauciones, pero los esfuerzos de mitigación ya están en marcha desde hace algunos años. Por ejemplo, en Reino Unido, todos los datos del gobierno clasificados como "ultrasecretos" ya son "poscuánticos", es decir, utilizan nuevas formas de cifrado que los investigadores esperan que sean a prueba de cuánticos.
Gigantes tecnológicos como Google, Microsoft, Intel e IBM, actualmente se encuentran trabajando en soluciones, así como empresas más especializadas como Quantinuum y Post Quantum. El objetivo es establecer una estrategia de defensa estandarizada que proteja a la industria, al gobierno, a la academia y a la infraestructura nacional crítica contra los peligros del apocalipsis cuántico.
Se informa además que computación cuántica tiene altos costos y genera grandes cantidades de calor. El desarrollo de algoritmos cuánticos seguros es uno de los principales desafíos de seguridad de nuestro tiempo, pero los expertos mencionan que no hacer nada, simplemente no es una opción.
