- Muchas de las voces hablan de una mala relación y ciertas tensiones entre Koum y Mark Zuckerberg.
- Opiniones enfrentadas en lo que a la seguridad y el cifrado de datos se refiere
- Diferencias entre el nuevo modelo para WhatsApp propuesto por Zuckerberg, eliminar su independencia como servicio e integrarlo junto a Facebook, Messenger e Instagram, cruzando datos con estas tres aplicaciones.
Brian Acton, el otro fundador de WhatsApp, dejó la compañía en noviembre de 2017 tras descubrir que Facebook había permitido a terceros manipular mal la información de sus usuarios, lo que daría pie al lanzamiento del cifrado de extremo a extremo. Después de su salida, Acton se había mantenido al margen de los que pasaba en su ex compañía, pero con el escándalo de Cambridge Analytica, fue de los principales impulsores del #DeleteFacebook. Brian Acton, el otro fundador de WhatsApp, que dejó Facebook a finales de 2017, donó $50 millones a la Fundación Signal (aplicación de mensajería rival) para apoyar su sistema de cifrado extremo-a-extremo de código abierto y a la aplicación Signal que lo utiliza.
It is time. #deletefacebook
— Brian Acton (@brianacton) 20 de marzo de 2018
A través de una publicación en Facebook, Jan Koum anunció su partida sin dar razones creíbles. Los rumores hablan de fuertes enfrentamientos con Zuckerberg para debilitar la encriptación de WhatsApp y poder usar los datos de los usuarios para temas comerciales.
Según el Washington Post, personas familiarizadas con las discusiones, Zuckerberg habría planteado un cambio de estrategia a Koum para WhatsApp, el cual contemplaba eliminar la independencia del servicio para pasar a formar parte de los datos cruzados entre las plataformas de Facebook, es decir, Messenger, Instagram y la misma red social.
Lo anterior requería una disminución en el cifrado de WhatsApp, lo que daría acceso a los datos de los usuarios y a sus conversiones, las cuales sería supuestamente usados para mejorar los otros servicios de Facebook y de paso, servir para fines comerciales, como la publicidad.
Respuesta pública de Mark Zuckerberg
Jan: I will miss working so closely with you. I'm grateful for everything you've done to help connect the world, and for everything you've taught me, including about encryption and its ability to take power from centralized systems and put it back in people's hands. Those values will always be at the heart of WhatsApp.
Ante esto, Koum se habría opuesto rotundamente a los cambios, pero al parecer la presión fue tal que no había marcha atrás. Durante los últimos meses, Koum habría informado a los ejecutivos de Facebook y WhatsApp su decisión de renunciar, y durante las últimas semanas se la habría visto en contadas ocasiones por las oficinas de la compañía.
Hay que recordar que Koum y Acton siempre fueron grandes creyentes en la privacidad. Decían que recopilaban la menor cantidad de datos posibles de sus usuarios y siempre mostraron su desacuerdo ante la sed de datos de Facebook. Después de que Facebook adquiriera WhatsApp por 19.000 millones de dólares en 2014, Koum y Acton dijeron que Facebook les había asegurado que WhatsApp seguiría siendo un servicio independiente y no compartiría sus datos con Facebook.
Hoy, ya sin sus fundadores, parece que WhatsApp está por caer por completo en las garras de Facebook para transformarla en algo para lo que no fue creada en un inicio, algo que al parecer ya ha empezado.
Koum y Acton, antiguos compañeros de trabajo de Yahoo, fundaron WhatsApp en 2009. Prometieron comunicaciones privadas por 99 centavos al año. Para 2014, la pequeña empresa tenía casi 500 millones de usuarios. Le llamó la atención a Zuckerberg, que estaba buscando expandir la red social en el extranjero. Después de una cena en la casa de Zuckerberg, Zuckerberg hizo una oferta por WhatsApp que convirtió a Acton y Koum en multimillonarios instantáneos.
Aviones de papel manifestan instar a Rusia a desbloquear Telegram
Rusia comenzó el bloqueo de Telegram el 16 de abril, después de que la aplicación se negara a cumplir una orden de la corte para otorgar servicios de seguridad del estado, el acceso a los mensajes cifrados de sus usuarios. El FSB ha dicho que necesita tener acceso a algunos de los mensajes para su trabajo, que incluye la vigilancia contra ataques de los militantes.